En esta entrada vamos a compartir contigo la receta más tradicional de la causa limeña con atún, o la que es considerada como la más clásica, ya que, como bien sabes, las elaboraciones cambian de acuerdo con la región o el toque que le imprimen los cocineros.
Hay quienes sostienen que la causa limeña es la versión andina de la ensaladilla rusa, debido a que la patata -o papa, como se la conoce en Latinoamérica- es el ingrediente predominante de esta receta peruana, y además se consume fría y con mayonesa. Otros dicen que es una especie de pastel de patata. Nosotros pensamos que es una auténtica delicia y por eso queremos compartir esta receta contigo.
UNA BUENA CAUSA…
Antes de entrar en materia, déjanos contarte algo acerca del posible origen del nombre de este plato, ya que hay al menos dos versiones.
La primera asegura que la palabra causa procede del quechua Kawsay, vocablo inca que puede traducirse al español como “lo que alimenta” y que daba nombre a este plato en la época precolombina.
La otra versión afirma que aunque, en efecto los incas ya preparaban la causa antes de la llegada de los españoles al Perú, fue en la época de la Independencia cuando recibió su nombre. Esto ocurrió en 1820, con motivo de la llegada al territorio peruano de la Expedición Libertadora que, procedente de Chile, lideraba el general José de San Martín. Se cuenta que, debido a la falta de recursos de la naciente revolución, algunas patriotas limeñas salieron a las calles de la capital del virreinato para vender este puré de papas con ají amarillo, con el fin de reunir fondos para la causa independentista. Desde entonces, a esta delicia se la conoce como causa limeña.
Independientemente de la forma en la que haya llegado el nombre de este suculento plato hasta nuestros días, lo que no admite duda es que en la actualidad la causa es una de las recetas insignia de la cocina peruana.
Antes de hablar de los ingredientes y de la elaboración de este plato, es necesario hacer algunas precisiones que seguro te resultarán muy útiles.
ELECCIÓN DE LOS PRODUCTOS
Uno de los secretos de esta receta está en la elección y preparación de la pasta de ají amarillo, ingrediente esencial de este plato. En esta receta te vamos a dar dos opciones. En la primera, preparas tu propia pasta de ají, de forma que puedes controlar la cantidad de picante que prefieres, y en la otra, que consideramos la manera más práctica, usas la pasta de ají ya elaborada.
Otro aspecto importante de la causa limeña es el toque ácido de la receta. Este se logra con el zumo de la lima. Es importante recalcar que cuando hablamos de lima, nos referimos a ese limón pequeño de cáscara verde oscura.
En cuanto a la patata, esta receta se elabora con papa amarilla peruana, un tipo de tubérculo que se cultiva en los Andes y que se caracteriza por su color y por tener una textura más arenosa que la blanca. En Colombia se cultiva una especie conocida como papa criolla, que también puede valer para la elaboración de este plato.
Esta causa limeña la haremos con atún, pero también se suele preparar con pollo, mariscos o pescado. Ahora sí, ponte el delantal que nos metemos en la cocina.
INGREDIENTES
- 2 kilos de papa amarilla
- 3 latas de Atún El Pirata o 500 g de Atún Pouch El Pirata
- 3 cucharadas de zumo de lima
- 2 aguacates en láminas
- 3 cucharadas de Pasta de Ají Amarillo La Latina o 6 unidades de Ají Amarillo Congelado El Plebeyo
- 3 cucharadas de mayonesa
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1/2 cebolla morada
- 20 g de mantequilla
- Pimienta negra
- Aceitunas de Botija La Latina
- Cilantro finamente picado
- 2 huevos cocidos
PREPARACIÓN DE LA PASTA DE AJÍ AMARILLO
- Corta por la mitad y a lo largo los ajíes congelados. Quítales las semillas y las venas. Ten cuidado con las manos al manipularlos, ya que tienen un componente picante muy fuerte que puede irritar la piel.
- Cuece los ajíes en agua durante unos 7 minutos. Si no quieres que la pasta tenga picante, debes cambiar el agua tres veces más y cocinar la misma cantidad de veces.
- Déjalos enfriar y retírales la piel.
- Luego, tritúralos en la licuadora con un par de cucharadas de aceite o agua hasta que la pasta tenga un aspecto muy cremoso.
PREPARACIÓN DE LA CAUSA
- Cocina las patatas con piel en agua hirviendo hasta que estén bien hechas, es decir, cuando puedas introducir el cuchillo con facilidad.
- Cuando ya estén cocidas, pélalas y tritúralas lo más finamente posible con la ayuda de un tenedor. Mucho mejor si las puedes pasar por un tamiz. La idea es hacer un puré sin grumos.
- En un recipiente, añade al puré tres cucharadas de pasta de ají amarillo, el zumo de la lima, el aceite, la mantequilla y sal a tu gusto. Mezcla todo muy bien, cubre el recipiente con un plástico y llévalo a la nevera para que enfríe.
- En otro recipiente mezcla la mayonesa con el atún escurrido, Agrégale pimienta negra y la cebolla morada finamente picada.
EMPLATADO O ARMADO
Se puede armar la causa por porciones individuales o en una refractaria para porcionar. Si lo vas a hacer de manera individual deberás usar moldes que se puedan retirar con facilidad. En las fotos podrás ver nuestro paso a paso de porciones individuales. En realidad no es nada complicado.
- Engrasa el molde.
- Pon dentro una capa del puré de patatas. Con la ayuda de una cuchara, alisa la superficie para que quede lo más uniforme posible.
- A continuación, pon la mezcla de la mayonesa y el atún.
- Agrega sobre lo anterior una cama de láminas de aguacate.
- Para terminar, pon otra capa de patatas y vuelve a alisar con la cuchara.
- Desmolda con precaución sobre el plato en el que vas a servir.
- Decora con tajadas huevo, aceitunas de botija La Latina, aguacate y cilantro finamente picado. Para servir, puedes poner en cada plato una hoja de lechuga.
Seguro que te estarás preguntando si puedes preparar la causa limeña con patatas blancas. La respuesta es sí, aunque procura usar una variedad que sea muy arenosa y agrega colorante amarillo de cocina para acercarte a la textura y aspecto originales.
De la misma manera, si no consigues lima puedes usar el limón que hay en la tienda de verduras, aunque claro, un peruano te dirá que no tiene ese sabor que la hace tan auténtica.
¡Buen provecho!